Si eres de los que en verano gustan de alquilar hidropedales para darte un garbeo cerca de la playa,Torpedalo será tu sueño más húmedo. Se trata de una embarcación de alta tecnología que está siendo construida con un solo propósito: cruzar el Atlántico en un tiempo récord. Para ello usará una fuente de energía especial: un hombre desnudo, pedaleando frenéticamente en contra de los elementos.
En realidad dos, los jóvenes ingenieros británicos de la Bentley Motors Mark Byass y Mike Sayer, que se turnarán al pedal de la nave a través de las 3.000 millas náuticas (4.700 km) que separan La Gomera, en las Islas Canarias, de la Isla de Antigua en el Caribe.
La aventura forma parte del Desafío Woodvale que sale de las Canarias el próximo 4 de diciembre, una carrera de remo bienal transatlántica con la que esperan recaudar 300.000 € para dos organizaciones benéficas. Si lo consigue, será la segunda barca a pedales en cruzar el Atlántico (la primera lo hizo en 1994) y esperan recortar la duración de la travesía de 111 días actuales hasta los 38, lo que también supondría quitarles el récord a los que reman con los brazos, que está en 39 días.
De hecho nadie ha competido en el Desafío Woodvale en una barca a pedales, lo que ha dado a Byass y Sayer cierta libertad de diseño.
La nave está fabricada en fibra de carbono y se ajusta alrededor de los cuerpos de su tripulación, para cortar a través de las más duras aguas oceánicas. Sus líneas son muy afiladas y elegantes, con un casco largo, estrecho y agudo. Mide 8 m. de eslora, 1,5 m. de ancho y 1,5 m. de alto; y si a Batman le diera por comprarse un bat-pedaló, desde luego sería el Torpedalo.
Por encima del parabrisas del área de la cabina solo sobresalen las antenas de comunicación, y detrás de estas, el techo liso de la embarcación, que cuenta con un panel solar para dotarlo de energía.
El Torpedalo no ha tenido que seguir las estrictas normas de la competición para un barco de remos; sólo tiene que atenerse a la regla principal de la carrera: ser auto-suficiente para todo el viaje, alimentar con su energía todos sus equipos eléctricos y que la tripulación lleve agua y alimentos para no morir en el intento.
Como el alimento necesario pesará 200 kg al inicio del viaje, Byass y Sayer han optado por instalar equipos de desalinización abordo en lugar de llevar el agua dulce en pesadas garrafas. La fuente de energía, por supuesto, es totalmente humana y los navegantes se alternarán para pedalear en turnos de dos horas, tratando de lograr una velocidad de 85rpm, lo que impulsará el barco a un promedio de 3 nudos (3.3km/hr), aunque podrá alcanzar una velocidad máxima de 15 nudos la hora en condiciones de mar buena.
Las necesidades de energía, un millón de calorías en total para el viaje de seis semanas, son tales que una cuarta parte de su suministro de alimentos es chocolate, cacahuetes y barritas energéticas.
La comodidad es un factor importante y también la principal razón de que la pareja haya decidido embarcarse en esta aventura a pecho descubierto, ya que al ir desnudos eliminan el problema del roce del bañador de los pedalós tradicionales (todos conocemos esa yaga) y reduce la posibilidad de úlceras de agua salada. Por supuesto, también se quitan la necesidad de lavar la ropa.
Pero también esta decisión esconde otro trasfondo .”Nadie ha estado sentado en un asiento reclinado durante tanto tiempo, por lo que sabemos”, afirma Byass. “Tuvimos la suerte de utilizar un sistema de digitalización en 3D de Bentley, así que tenemos nuestros traseros explorados y ya están trabajado en un diseño ergonómico de asientos a medida”.
El espacio será tan limitado que los navegantes sólo serán capaces de mantenerse en pie metiendo la cabeza por la escotilla del barco, detrás de la cabina, y la temperatura del compartimiento para dormir rondará los 30 º C, estimándose que ambos perderán 1.100 litros de sudor durante los días que dure la travesía.
¡Ah!, también habrá una ducha solar en el exterior, que ambos ingenieros utilizarán para enfriar la libido y las tensiones propias del calor, el espacio y el sudor a flor de piel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario