Entre las calidades de un buen navegante figura de manera destacada la capacidad de anticipación. No es la capacidad de adivinar. Es la capacidad de anticiparse a los hechos que ocurren utilizando los conocimientos del buen arte marinero.
Desde cuando modificar la vestimenta que utilizamos al navegar hasta la el más complejo plan de navegación responden a la capacidad de prever y aportar los medios para dicha previsión. La náutica es una actividad de riesgo. El riesgo controlado ya no es riesgo y en muchos casos anticipar medidas y acciones hace justamente a controlar dicho riesgo, a disminuirlo e inclusive a eliminarlo. En este sentido son varias las áreas adonde podemos anticiparnos y mejorar nuestra vida a bordo.
El Plan de Navegación: es la base anticipatoria de cualquier navegante. Una vieja frase indica “cuando un barco no sabe a que puerto se dirige ningún viento le es favorable”. La buena capacidad anticipatoria ha de prever horas de partida, guardias, vestimenta, comida, documentos, cartas y conocimiento de la zona a navegar.
No es lo mismo abordar la nave y tener claras las cosas que hacerlo en una nebulosa y con dudas. Una ruta debidamente conocida o estudiada, lugares de aprovisionamiento, descanso y recalada disponibles, ingreso a puertos, los WP cargados en el GPS son parte de la capacidad de anticiparse. Nada más complicado para un navegante que ponerse a dudar de sus referencias en el GPS. Desde luego que la carta de navegación a mano y su buen manejo han de constituir el reaseguro ante la caída de un sistema en la computadora de abordo o borrado de WP.
La capacidad de anticipar se encuentra en la actitud de trincar o asegurar todos los objetos que normalmente pudieran estar sueltos al realizar una navegación en aguas abiertas. Al igual que la toma de rizos: acto que debe ser hecho como regla genérica cuando se piensa en ello.
“Estaban preparados” o “Nos preparamos” reflejan en los hechos la capacidad de anticipación que otros disimulan en su falta con algún “Nos sorprendió....”
Las guardias y tareas organizadas con anticipación para cada tripulante generan un mejor estar a bordo para todos y evitan sorpresas de malas caras y “esto no me gusta o no es lo que hablamos...”
Dentro del plan de navegación es muy importante lo referido a puertos y recaladas. El conocer ingresos, peligro y prevenciones forman parte de la capacidad y ejercicio de la anticipación. O de la experiencia que igualmente “es antes”. Horarios de las administraciones, situación de las autoridades y costumbres del puerto incluyendo canales de operación VHF para servicios son anticipaciones que ahorran caminatas y tramites innecesarios. En los puertos, la anticipación de información es muy interesante para evitar los lugares “malos” como ser aquellos adonde se acumula basura, falta profundidad, hay escollos o saber si son seguros a la hora de dejar el barco solo.
La Meteo: el arte de navegar sé efectúa en un ambiente natural y sujeto a los vaivenes y condiciones que la naturaleza nos presente. Todo navegante ejecuta su arte en forma adecuada en la medida en que prevé que condiciones se han de producir. Un dicho indica que “Los buenos navegantes pasan las tormentas en los puertos, en los bares o en la amarra”. Pero para eso los buenos navegantes se manejan con conocimientos que les permiten anticipar que viene un mal tiempo.
Cuando miramos hacia el pasado vemos la limitación que los navegantes tenían en cuanto a pronósticos y manejo de la meteo. Hoy las cosas han cambiado y disponemos de abundante información y pronósticos. Diarios, radios y la mismísima Internet nos brindan información meteo a la que el navegante puede acceder, conocer e interpretar. Los club presentan a sus asociados desde el parte pegado en una cartelera a estaciones metereológicas que brindan de manera inmediata las condiciones de zona en cuanto a temperatura, vientos e historia barométrica.
La anticipación de fenómenos meteo cae en la medida que extendemos el tiempo de previsión. Hoy un pronostico del día es altamente confiable pero un pronostico extendido es ya menos confiable en las 72 horas y mucho menos en siete días. Más allá de la disponibilidad la capacidad de interpretar lo que la naturaleza nos brinda es otro de los modo de anticipar las condiciones meteo. Cada navegante en su zona debe conocer los fenómenos climáticos que hacen a un adecuado pronóstico. Y el conocimiento de las condiciones meteo inclusive escapa a la previsión tornándose en una obligación de cualquier capitán y tripulante.
La anticipación de fenómenos meteo cae en la medida que extendemos el tiempo de previsión. Hoy un pronostico del día es altamente confiable pero un pronostico extendido es ya menos confiable en las 72 horas y mucho menos en siete días. Más allá de la disponibilidad la capacidad de interpretar lo que la naturaleza nos brinda es otro de los modo de anticipar las condiciones meteo. Cada navegante en su zona debe conocer los fenómenos climáticos que hacen a un adecuado pronóstico. Y el conocimiento de las condiciones meteo inclusive escapa a la previsión tornándose en una obligación de cualquier capitán y tripulante.
El Combustible: toda navegación lleva al combustible como protagonista. Aún en los veleros que utilizan su motor para entrar o salir de puerto puede ocurrir que una calma les obligue para llegar a su destino utilizar solamente motor. Y ahí se encontraran que no tienen suficiente combustible si no se ha previsto.
Hemos visto en distintas recaladas veleros pequeños pidiendo combustible a otros pues no ha previsto la falta de viento y la necesidad de combustible y debían regresar. En el mundo entero, resulta ser el combustible y su falta uno de los motivos más habituales de asistencia solicitada a servicios privados o autoridades navales. Singladuras cortas o largas sin o con falta de combustible son problemáticas.
Para aquellos que navegan en lugares concurridos puede ser solucionado por un buen samaritano pero aquellos que lo hacen en solitario y lugares alejados afrontan, de no tener este factor en cuenta, un verdadero problema.
El mantenimiento de la embarcación: adecuada revisión de esclusas, mangueras, filtros, calidad del combustible y detalles menores hacen a que la probabilidad de tener accidentes o emergencias se disminuya abismalmente. Las fallas mecánicas derivadas de falta de mantenimiento resultan ser una de las principales causas en accidentes y emergencias.
Los repuestos constituyen dentro del capitulo mantenimiento un renglón importante. Todo capitán deportivo tiene que tener los elementos necesarios para que si aparece un problema menor “alguien que sepa” pueda trabajar y reparar. Rotores de bombas y repuestos para reparaciones inmediatas y livianas deben llevarse en las embarcaciones como mínima prevención (Siguiendo las mejores reglas si los bajamos del barco porque son innecesarios han de ser requeridos inmediatamente por alguna situación). Una buena caja de herramientas también forma parte de la necesaria anticipación al problema mecánico. No hay nada tan deprimente como tener que ajustar una tuerca o tornillo y no disponer de lo necesario para hacerlo.
El hombre al agua: nunca un tema con tanta vinculación a la capacidad anticipatoria. En el caso de navegaciones de placer y con tripulantes no habituales a la embarcación la maniobra de hombre al agua se inicia al embarcar los invitados. Nada mejor que un capitán que pregunta a las personas que no conoce si saben nadar, si han navegado antes y les brinda instrucciones precisas para manejarse. Así indicarles la conducta de desplazamiento en cubierta y que deben hacer en el caso de caer al agua si su caída es observada o no por otros desde la propia nave y que hacer una vez en el agua han de ser los movimientos anticipatorios que la maniobra tendrá y que sin duda alguna será tan anticipatoria que muchas veces evitara que se produzcan caídas que de otro modo tendríamos.
Dentro de la anticipación en navegaciones comprometidas se encuentran el uso de salvavidas y arneses que tienden a controlar situaciones extremas. Un salvavidas dura mucho más que su dueño cuando no esta colocado.
La Comida: no hay nada tan desesperante abordo como tener fideos para almorzar y no haber traído el queso. O subir a todos los invitados y que los paquetes con la comida queden olvidados en el auto y descubrirlo luego de una hora de navegación. Prever la comida nos permite establecer menús mas alegres e interesantes. Toda embarcación (aún las que se utilizan en cortas singladuras) debe disponer de comida enlatada para un par de días.
El Fondeo: cuando vamos a fondear resulta vital la anticipación: muchas veces vemos tripulantes en proa que a la hora de fondear tienen en sus manos una madeja engalletada de cabo. O su ancla o cadena atada y trabada para seguridad y sin liberar. Y su capitán queda a la espera perdiendo el lugar que había elegido por influjo de vientos o corrientes. En ese sentido el cabo claro y cadena y ancla dispuesta con antelación en una catalina o porta espía permite una maniobra inmediata. No debe olvidarse que el freno de una embarcación es en ultima instancia su ancla y si este no esta previsto adecuadamente momentos difíciles se han de vivir sin duda alguna. La previsión toma la cantidad de equipos de fondeo. Se dice que quien tiene una no tiene ninguna ancla y que quien tiene dos anclas tiene una La previsión al momento del fondeo debe ocuparnos en la anticipación puntual de mareas, borneos y corrientes. Porque cuando fondeamos en lugares concurridos debemos hacerlo para evitar caer sobre bajos, sobre peligros o sobre otros barcos cercanos. Quen no fondea bien... fondea varias veces.
Los Amarres: lo dicho de los fondeos es aplicable al amarre. Debe preverse la marea, vientos y corrientes. Cabos ida y vuelta y springs o coderas pueden ser situaciones muy anticipadas y de buenos resultados para un buen amarre. La posibilidad al estar abarloados es que alguien genere olas que provoquen movimientos violentos y que por ellos se choquen las embarcaciones abarloadas. La respuesta de la anticipación a esto: es colocar defensas en cantidad y tamaño adecuados. Al momento de una maniobra de amarre los cabos y defensas deben estar listos en el lugar que le corresponda. Tanto para fondeos como para amarres la capacidad de anticipación incluye no utilizar anillos o cadenas por parte de la persona que opera para evitar daños personales.
El Botiquín de abordo: ha de depender del lugar y tipo de navegación: La anticipación en este sentido se llama vigencia. Generalmente poco visitado y menos mantenido muchas veces al requerir sus elementos el alcohol esta evaporado y los medicamentos vencidos.
Para una navegación de crucero y breve los medicamentos han de ser los necesarios para solucionar algún problema hasta el arribo a puerto o marina y derivar o trasladar al afectado a la mano de un especialista. En navegaciones alejadas de puertos ya se plantea otra situación y previsión que tendrá que ser más extensa.
El Abandono de la Nave: Decíamos que la náutica es actividad con riesgo. Ello nos tiene que hacer prever que el barco (siempre el ultimo movimiento) puede tener que ser abandonado. Nada mejor que un bolso o frasco de abandono en el cual podamos colocar (según el nivel de navegación y zona) lo necesario en alimentos, documentos, dinero, handy y elementos de comunicación y seguridad. No necesariamente debe ser grande. Sí efectivo
Si es un frasco plástico mejor que tenga boca grande y sea hermético con lo cual flotará a la vez que mantendrá nuestros elementos secos y protegidos.
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